Hijo de Zeus y Hera, que habita en Tracia, región salvaje del norte griego, donde viven las amazonas, su descendencia. Ares apadrina la guerra, como Atenea; pero a diferencia de ella, que se identifica con la guerra noble y táctica, Ares, agresivo y sanguinario, personificaba el terror y la brutal naturaleza de la guerra en su aspecto más duro; se complace con el derramamiento de sangre y el dolor de las víctimas; por ello era impopular tanto para los dioses como para los mortales. Entre las pocas deidades asociadas con él estaban su amante, Afrodita y deidades menores como Deimo (Temor) y Fobo (Terror), que lo acompañaban en batalla, como aurigas en su carro de combate. Sin embargo, aunque feroz y belicoso, Ares es poco más que un matasiete divino, que no era invencible (fue fácilmente encadenado por los alóadas, Oto y Efialtes), ni siquiera frente a los mortales, como cuando fue herido por Diomedes durante la guerra de Troya. En esto contrasta con el dios romano Marte, con el que se lo identifica, que es también un dios de la guerra, pero tiene además funciones agrícolas, siendo un dios del año, especialmente de la primavera; los nombres del día martes y del mes de marzo derivan del nombre de este dios; además su nombre latino legó la palabra "marcial". Una de las deidades romanas más importantes, se consideraba a Marte el padre del pueblo romano, porque era padre de Rómulo, el legendario fundador de Roma. En el arte, se lo representa bajo los rasgos de un hombre joven vestido a la usanza de un soldado griego, con coraza, casco, escudo y yelmo, aunque en ocasiones aparezca de forma poco convencional, tan sólo portando su escudo. Pertenece a la segunda generación de los dioses olímpicos.
martes, 16 de agosto de 2016
Ares
Hijo de Zeus y Hera, que habita en Tracia, región salvaje del norte griego, donde viven las amazonas, su descendencia. Ares apadrina la guerra, como Atenea; pero a diferencia de ella, que se identifica con la guerra noble y táctica, Ares, agresivo y sanguinario, personificaba el terror y la brutal naturaleza de la guerra en su aspecto más duro; se complace con el derramamiento de sangre y el dolor de las víctimas; por ello era impopular tanto para los dioses como para los mortales. Entre las pocas deidades asociadas con él estaban su amante, Afrodita y deidades menores como Deimo (Temor) y Fobo (Terror), que lo acompañaban en batalla, como aurigas en su carro de combate. Sin embargo, aunque feroz y belicoso, Ares es poco más que un matasiete divino, que no era invencible (fue fácilmente encadenado por los alóadas, Oto y Efialtes), ni siquiera frente a los mortales, como cuando fue herido por Diomedes durante la guerra de Troya. En esto contrasta con el dios romano Marte, con el que se lo identifica, que es también un dios de la guerra, pero tiene además funciones agrícolas, siendo un dios del año, especialmente de la primavera; los nombres del día martes y del mes de marzo derivan del nombre de este dios; además su nombre latino legó la palabra "marcial". Una de las deidades romanas más importantes, se consideraba a Marte el padre del pueblo romano, porque era padre de Rómulo, el legendario fundador de Roma. En el arte, se lo representa bajo los rasgos de un hombre joven vestido a la usanza de un soldado griego, con coraza, casco, escudo y yelmo, aunque en ocasiones aparezca de forma poco convencional, tan sólo portando su escudo. Pertenece a la segunda generación de los dioses olímpicos.
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