Son criaturas legendarias
pertenecientes al folclore y las leyendas. Eran representadas como híbridos de
mujer y ave o como mujer y cola de pez. En muchas ocasiones las describen como
mujeres con largos cabellos y hermoso rostro, que en muchas ocasiones sostienen
instrumentos musicales o se dedican a acariciar su cabello en forma coqueta.
Después fueron descritas como seres que sostenían un espejo y un peine; su cola
era un emblema de la prostitución y el espejo considerado como un objeto mágico
de atributo impuro que permitía ver el rostro de la muerte o el culto al
diablo.
En un principio, su función era
transportar las almas de los muertos al Hades, pero después fueron reemplazadas
en ese trabajo por el dios Hermes. Son mencionadas por primera vez en la Odisea
de Homero, cuando la embarcación del héroe pasa cerca de la isla de Sorrento,
este les dijo a sus hombres que se tapasen los oídos con cera, pero que a él lo
amarraran al mástil para poder oír el bello canto de las sirenas. Estas estaban
antes de la entrada a la puerta de la muerte, y eso se refiere porque la muerte
estaba representada por dos terribles fenómenos; el primero fue Escila, un
monstruo devorador de hombres y el segundo fue Caribdis, un enorme tornado que
destruía todo lo que pasaba cerca de él; también las describen como seres que
atraían marineros, para luego comérselos y dejar sus huesos en la orilla de la
isla donde habitaban.
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